“Cómo pintar mi cabello” es una búsqueda más frecuente en internet de lo que pudiera imaginarse. Y es que hay muchas personas que están cansadas de su color habitual, quieren tapar algunas canas o simplemente probar a ver qué aspecto tendrían con un nuevo color de pelo.
Se puede optar entre varias técnicas diferentes para darle un cambio a nuestro look. La forma más habitual de pintar el cabello es aplicando alguno de los muchos tintes que se comercializan en el mercado a tal efecto. En estos casos basta con seguir detenidamente las instrucciones que marca el fabricante y no debería haber mayor problema para conseguir que nuestro color de cabello cambie de forma sencilla, rápida y duradera.
Muchas personas no gustan de abusar de los tintes industriales, puesto que a la larga pueden terminar por dañar el cabello debido a que contienen algunos componentes químicos que resultan perjudiciales para el cuero cabelludo.
Para estos casos existen maneras alternativas de pintar el cabello sin necesidad de recurrir a estos tintes. Recetas caseras que se han venido usando durante muchos años y que pueden sorprenderos con sus buenos resultados.
Si el objetivo es oscurecer el color de pelo natural hay una forma muy sencilla a la par que efectiva de conseguirlo. Basta con verter un café muy cargado sobre el cabello –por supuesto, después de haberlo dejado enfriar el tiempo suficiente antes de aplicarlo sobre la cabeza- justo después de haberlo lavado.
Cuando el pelo haya empapado bien de café hay que dejar actuar durante 15 minutos antes de proceder a enjuagarlo. Con esta técnica tan simple se consigue oscurecer un par de tonos el cabello en apenas unos minutos.
La técnica del café, sin embargo, presenta el problema de que sus resultados no son duraderos. Para conseguir un cabello oscurecido por más tiempo, lo mejor es mezclar un poco de cacao amargo con el champú y usar esta mezcla de forma habitual. De esta forma nuestro cabello lucirá oscuro por un período más prolongado.
A la pregunta de cómo pintar mi cabello de forma natural puede haber muchas respuestas, y éstos son sólo un par de ejemplos de cómo hacerlo. Eso sí, resulta conveniente recordar que el cabello es una parte muy delicada, por lo que antes de lanzarse a poner en práctica cualquier experimento conviene tomar todas las precauciones posibles.
