A la hora de hacer ciertos trabajos y manualidades en casa, el compresor se presenta como la forma más rápida y eficaz de pintar según qué tipo de piezas o superficies. Sin embargo, su uso no es tan sencillo como pudiera parecer a simple vista y ciertamente, se necesita algo de práctica para aprender a manejarlo correctamente. A continuación te daremos algunos consejos para que sepas cómo pintar con compresor como si fueras todo un profesional.
El compresor nos permite lacar, barnizar o pintar, por ello es tan importante el seleccionar correctamente el tipo de pistola que vayamos a usar. Las pistolas de pintar tienen distintos tipos de boquillas que nos permitirán trabajar con pinturas de mayor o menor densidad. También es importante la elección de la manguera, que debe ser cómoda para trabajar, evitándonos tener que estar arrastrando continuamente el compresor.
En cuanto al tipo de pintura que puede usarse con un compresor, prácticamente todas son válidas, salvo aquellas con algún tipo de efecto, ya que en ese caso se corre el riesgo de obstruir la boquilla de la pistola.
Por otro lado, antes de empezar a pintar con el compresor es muy importante proteger todas las zonas próximas con periódicos, cinta de carrocero o alguna sábana vieja.
Hecho esto, procederíamos a enchufar el compresor, cargar la pintura y comprobar la presión en el manómetro (lo ideal es trabajar entre 2 y 4 bares de presión). Al usar el compresor es muy importante hacerlo en espacios amplios y ventilados, así como usar protección adecuada. Por ello, en todo momento, hay que llevar gafas protectoras y una mascarilla.
Para comprobar que todo está correcto siempre habrá que dar una primera pasada sobre una superficie distinta a la que vayamos a pintar. Para ello podéis valeros de un trozo de cartón por ejemplo.
A la hora de aplicar la pintura es importante mantener una distancia prudencial entre la pistola y la superficie de aproximadamente unos 20 centímetros.
En caso de grandes superficies, se trabajará dando una primera capa en sentido vertical y luego otra en horizontal, empezando desde arriba y avanzando hacia la zona inferior.
Una vez finalizado el trabajo no debemos olvidar limpiar la pistola, para lo cual hay que desmontar la boquilla y limpiar la aguja, y una vez seca, guardar en un lugar seguro.
Estos, básicamente, son los principales secretos sobre cómo pintar con compresor para obtener buenos resultados. Lo demás, como siempre, llega con la práctica.