A la hora de empezar a plantearnos la cuestión de cómo pintar tejas, debemos ver en primer lugar cual es el material con el que vamos a trabajar, puesto que las tejas nuevas y las antiguas ofrecen diferentes resultados. La distinta rugosidad y aspereza entre ambas terminará por afectar irremediablemente a nuestra manualidad.
Además, también resulta importante detenerse un momento a analizar el tipo de pintura que vamos a utilizar. Para pintar tejas, el óleo debe ser nuestra última opción, siendo más eficaces y adecuados los pigmentos acrílicos e incluso plásticos.
Por lo tanto, para explicar paso a paso cómo pintar tejas, vamos a hacerlo en base a trabajar con una teja nueva (perfecta y sin asperezas o rugosidades de ningún tipo) y con pinturas acrílicas, las cuales resultan más fáciles de aplicar y ofrecen un resultado más duradero.
Como siempre, resulta necesario preparar previamente las tejas, lo que haremos eliminando imperfecciones con una lija de grano fino y quitando el polvo con abundante agua.
Tras ese paso previo se recomienda dar una primera capa de imprimación a la teja que permita sellar poros y dar uniformidad a la superficie. Existen muchísimos productos para realizar la imprimación e incluso hay métodos más caseros (como el de aplicar una capa de cola de carpintero diluida en agua) que también darán buenos resultados.
Sea cual sea el método elegido, deberemos esperar un tiempo prudencial para que se seque por completo, y a continuación comenzaremos a bosquejar sobre la teja el motivo que queremos pintar, o al menos unas guías básicas que nos sirvan para no tener que trabajar completamente a mano alzada. Para aplicar la pintura sobre la teja ciertamente no hay consejos técnicos, basta con coger nuestro pincel habitual y disponernos a pasar un buen rato disfrutando con las pinturas.
Pintar directamente sobre la teja puede resultar un problema, puesto que el barro puede absorber una gran cantidad de pigmento, lo que dificulta la aplicación de la pintura, por lo que el resultado final no ofrecerá colores tan vivos y tardaremos más en finalizar la tarea.
Tanto en el caso de usar una capa de imprimación como en el de pintar directamente sobre la teja, hay un paso final que resulta fundamental si queremos conservar nuestro trabajo. Una vez la pintura se haya secado, aplicaremos una capa de barniz protector (dos si pensamos tener la teja en el exterior).
Con esto tendríamos finalizada nuestra pequeña obra de arte. Esperamos que esta guía sobre cómo pintar tejas os sea de utilidad y os decidáis a ponerla en práctica.