El mandala es una representación simbólica de las características más importantes del universo y que se asocia a la cosmología budista. El trabajo de meditación que se realiza con los mandalas puede consistir tanto en su observación como en el dibujo o coloreado de éstos.
Si estás ante tu primera vez, puede que te surjan dudas sobre cómo pintar mandalas , y por eso vamos a explicártelo de forma breve y sencilla.
Debido a su sentido espiritual, un mandala es mucho más que un diseño bonito o un dibujo atractivo. Los mandalas deben pintarse libremente, nunca como obligación y no deben dejarse a medias. Sólo se empezará uno nuevo, cuando se haya terminado el anterior. Y deben pintarse al aire libre, aprovechando la luz del sol, o en su defecto dentro de estancias muy bien iluminadas.
Una vez aclarados estos puntos básicos, dividiremos el proceso en distintos pasos.
El primero sería elegir un mandala que nos guste y un lugar apropiado para pintar con calma, donde reine la paz y la tranquilidad. Si se van a pintar mandalas de forma habitual, conviene hacerlo siempre en el mismo lugar, de forma que éste se convierta en un sitio especial.
En cuanto al mandala en sí, lo ideal es escoger guiándose por la intuición. Para las primeras veces, resultan más aconsejables los diseños grandes y sencillos.
El siguiente paso sería elegir qué colores dar al mandala. En verdad la técnica a la hora de pintar mandalas no importa. Se puede optar por pintura, ceras, lápices, rotuladores o cualquier otra que se nos ocurra. Lo importante es dejar fluir los sentimientos a la hora de elegir los colores más apropiados y cómo aplicarlos.
Sobre el coloreado en sí, hay que intentar abstraer la mente. Que sea el subconsciente quien pinte. Aquí no importa que el resultado sea perfecto, lo que se quiere lograr es un estado de relajación. Por eso, no conviene razonar qué se hace, sino simplemente dejarse llevar.
Finalmente, una vez terminado el mandala, es fundamental dedicar unos minutos a la reflexión. Observar el dibujo, concentrarse en sus formas y colores y dejar que la energía fluya. Sólo entonces el mandala estará realmente terminado.
Como veis, pintar mandalas tiene más que ver con el espíritu que con la técnica. Por eso cuando os preguntéis cómo pintar mandalas, recordad que no hay un modo correcto: lo importante , más que el modo de plasmarlos en el papel, es cómo influye la pintura en vosotros.
Hermoso todo el conocimiento que dan.
Gracias a ti por visitarnos
Me gusta mucho el tema,soy amante de las cuestiones budista aunque no practico Budismo.
Las mandalas me facinan ,me gusta pintarlas, pero me gusta pintar fuerte combino colores y me gusta ver los colores fuertes y brillantes.