La melamina es una resina sintética cuyo uso está muy extendido en la fabricación de muebles. Y más concretamente, por su dureza y resistencia al agua, su presencia es muy habitual en el mobiliario de cocina. Pero al mismo tiempo, su origen sintético genera una cierta serie de dificultades cuando se quiere cambiar la decoración de casa dándole una nueva mano de pintura a estos muebles. Para facilitaros esta labor, a continuación os mostramos todo lo necesario para saber cómo pintar melamina.
Como en cualquier otro trabajo de pintura, el primer paso será limpiar y preparar la superficie. En el caso de la melanina es muy importante desengrasar a fondo. Al tratarse de un material sin poros, la grasa y el polvo tienden a acumularse e impiden que la pintura agarre correctamente. Para eliminar esta suciedad puede utilizarse un paño mojado con un poco de alcohol o agua jabonosa.
Además, este es el momento de reparar los trozos de melamina que falten poniendo nuevas tiras o tapando los huecos con masilla en el caso de que fuera necesario
A continuación pasaremos a lijar toda la superficie, siendo recomendable el uso de una lijadora eléctrica. Este punto es realmente importante, ya que por una parte ayuda a eliminar el brillo característico de la melamina y por otro lado facilita el trabajo de pintura posterior.
El trabajo en sí comienza dando una capa de imprimación selladora universal. La melamina, al ser un material sin poros, termina por descascarillarse y desprenderse al poco tiempo si se pinta directamente. Así que la imprimación es completamente necesaria para obtener un resultado consistente.
Llegado el momento de aplicar la pintura, la más recomendable es un esmalte al agua. Lo bueno del esmalte al agua es que permite trabajar en interiores y se muestra muy duradero sobre la melamina. Para aplicarlo podéis utilizar tanto un rodillo como de una brocha según se busque un acabado más o menos fino. Habitualmente, con dos manos suele ser suficiente para conseguir un acabado correcto.
Un pequeño consejo: si pasáis una lija suave entre mano y mano de pintura conseguiréis un acabado digno de un profesional, pues eliminaréis las impurezas de la pintura así como los pelos que hayan podido dejar la brocha o rodillo.
Si seguís estos pasos acerca de cómo pintar melamina tal y como se han explicado, no tendréis dificultad en conseguir un resultado perfecto.